viernes, 27 de abril de 2007

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Odio que me pidan prestada alguna cosa de las que el sentido común indica que no hay que prestar.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

cds, libros, ropa. me enferma que me pidan discos.

Anónimo dijo...

Esas cosas no se prestan, los amigos se enojan, pero...te devuelven rayado un importado descatalogado y los querés matar, ni hablar de los libros que se los pasan a otro de onda y así sigue hasta perderse definitivamente (sin mencionar el broncón que te dá si le hiciste un comentario personal a pié de página)

Anónimo dijo...

el colmo lo sufrió mi hermano: le prestó un libro a un amigo y ese amigo se lo prestó a su tío que se fue a vivir a ¡dinamarca! y nunca más volvió



no se si no volvió más... a eso lo inventé para darle más dramatismo (?)

Diseño y Planificación Comunicacional dijo...

Es probable que tu amigo te diga (con cara de perro hijo de puta triste)esto:
-Me prestás esa edición de "Pet Sounds" importada de la casa de Wilson que nunca escuchaste (pues es nueva) y compraste recién conmigo en esa casa mágica que jamás te venderá otro disco.
Y vos como un obvio Idiota le decis:
-Sí, llevatela amigo mío.
Y Al mes siguiente te enteraste que se la regaló a su novia, porque pensó que lo iba a dejar por su compañerode laburo Jorge, ese que escucha a Roque "Menta y Limón" Narvaja.


Digo esto porque tengo fiebre, aclaro.

Anónimo dijo...

Odio prestar discos.
La mayoría nunca regresaron.
Y si vuelven, no se pueden escuchar de lo rayados que están.

Anónimo dijo...

Yo odio también que me saquen los discos (tengo unos 6000) del lugar donde están, bien ordenaditos, los vuelvan a poner luego en cualquier lugar y yo me tenga que volver puto para encontrar ese fuckin' disco la proxima vez que lo quiera escuchar.

Esteban